Mi querida Miss Owl, no se puede tener todo en esta vida. No se puede pretender ser guapa, inteligente, simpática, ingeniosa, escribir estupendamente y un largo etcétera de virtudes que tienes y además bailar bien!!! Bueno, por poder...Aunque las dos conocemos a alguna de estas mujeres perfectas (sí, existen) también sabemos que no es lo habitual. Así que, déjanos la danza a las que no tenemos el resto de virtudes....
Ya sabes lo que dice una amiga mía: "hay personas tubo y personas goma"
Pues eso.
Pues eso.
La vida demuestra que el empeño no todo lo puede...
He estado viendo fotos de hace tiempo. Fotos en las que se nos ve felices. Se refieren a aquellos tiempos en los que creía que sí, que el empeño todo lo puede, pero la vida me ha demostrado que no. Hay cosas para las que una no está hecha.
De esto hace ya mucho, antes de que Shakira la pusiera de moda con sus canciones y bailes, tres amigas, con la sana intención de pasar un ratito semanal juntas, sin maridos ni hijos, deciden apuntarse a clases de Danza del Vientre
Encontramos el lugar, organizamos las agendas y conseguimos fijar un día a la semana para nosotras. Decididas, fuímos a la primera clase. Las tres, aunque muy amigas, muy diferentes. Una que había hecho ballet desde los 4 años. Con ese dato podéis imaginar la armonía de sus movimientos…tenía pleno control sobre todas las partes de su cuerpo.
Otra, que sin haber hecho ballet, tenía en su haber 2 años de clases de esta danza cuando vivía en otra ciudad. Eso significa que no era ajena a todos los movimientos y particularidades del tema.
La tercera en discordia, como ya os imagináis, una servidora. No había hecho ballet en mi vida, nunca había asistido a una clase de esta danza anteriormente… como mucho había intentado durante años cogerle el tranganillo a las clases de aerobic, pero chica, es muy complicado. Te gritan ¡derecha! y no sabes si la tuya, la de la profesora, la del reflejo de los espejos… Es todo tan rápido, que llega un momento que te ves empotrada en una pared, mientras que el resto de la gente está en la otra esquina muy coordinada y mirándote como si fueras idiota. Resulta un poco humillante.
Pero como voluntad le pongo, me apunte con ellas. Craso error. Imposible. Os juro que me resulta físicamente imposible mover por separado el tobillo, la tibia y el peroné, la cadera, la cintura, el pecho, los hombros , las manos y la cabeza… y todo esto, poniendo cara sexy. No. No se puede. Si mueves la cadera, la cintura va con ella. Si mueves la pierna, no puedes separar el tobillo, y si mueves el pecho, el cuello permanece quieto. Por no decir que es del todo una entelequia no poner cara de boba. Estoy segura de que las mujeres al bailar esto, se cubren la cara con un velo para que no se vea la cara de idiota que se pone, porque señores, la lengua adquiere vida propia y quiere bailar también.
Pero lo peor de todo es cuando la profesora para la clase y grita:
- ¡Lisa, encaja la pelvis!
Se hace el silencio, 15 o 16 cabezas se giran para mirarte, y estás un rato intentando saber cual es la posición ideal de tu pelvis, así, quieta con la rodillas semiflexionadas… y pasando el peor rato de tu vida…. No lo entiendo. Todas las demás chicas sabían exactamente como encajar la pelvis… y yo que siempre había pensado que la tenía encajadísima…Pues no. Por lo que se ve estaba tan fuera de sitio, que era visible, incluso con una faldita llena de cascabeles. Pero yo, que soy tenaz, seguí intentándolo, varias semanas más, hasta que me enteré del mote que me habían puesto todas aquellas largartas: Pelvis Presley.
Ah, no! Por ahí no paso. Así que con la misma y con un golpe de cadera, me fuí para no volver.
Miss Owl
Nota: Las fotos son de una clase de danza con Mónica Rivas y de una actuación suya, realizadas por Fernando Vázquez.
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