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jueves, 7 de abril de 2011

Estanteria para las Lecturas

ESTANTERÍAS PARA LAS LECTURAS

Tengo que deciros que este jueves no me pilla de sorpresa! La recomendación de hoy, la tengo en la cabeza desde hace un millón de años. Pero había un problema. Tenía muy claro el contenido de la novela, pero me fallaba el título y el autor. Lo leí hace muchísimo tiempo, y se lo debí de prestar a alguien porque no lo he encontrado por ningún lado. Pero conseguí que mi madre, que había sido ella quien me lo había recomendado a mi, hiciera un ejercicio de memoria increíble y me diera la solución.

Sabía que era un autor chileno, pero era totalmente incapaz de recordar el nombre. Al principio estaba convencida de que era Jorge Bucay, pero no. Ahora ya se el título y el autor.
Se trata de Jaime Bayly y su novela "Y de repente un ángel".



Como ya os he dicho, hace más de 6 años que lo leí, pero me encandiló. Su forma de escribir, sus descripciones, la historia en sí, y por supuesto sus personajes. Esta historia de una amistad improbable y de reencuentros familiares que constituye un relato  brillante  que me cautivó desde el primer momento y hasta el final,  por su insólita habilidad para ir de lo grave a lo hilarante.

Os doy la pista:


Julián Beltrán es un escritor que nunca limpia su casa. Cuando Andrea, su novia, le exige que lo haga, él decide contratar a una mucama. Y la llegada de Mercedes, una criada envejecida y fiel, va a despertar la ternura y el instinto de protección del hombre. Ella le cuenta como fue vendida a los diez años por una madre cargada de hijos a los que no podía mantener, y entonces el escritor siente la necesidad de ayudar a Mercedes a encontrar a su madre. Pero la búsqueda estará llena de azares y de episodios cómicos, a la vez que dejará al descubierto al auténtico y frágil Julián, distanciado también de su padre, aunque por motivos bien diferentes, pero a los que se deberá enfrentar.


¿A que promete? Pues ya veréis como os encanta!

Miss Owl

1 comentario:

  1. La trama parece tierna y eso es algo q valoro siempre en un libro, bueno sin caer en la cursilería, claro!

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