Mini Candy Bar

martes, 19 de abril de 2011

PRIMAVERA QUE NO LLEGA...

Ahora si que si. La noto. La huelo. La veo.
Me encanta madrugar. Siempre he sido de esas personas que arovechan mucho más las mañanas que las últimas horas del día.  Soy más "despertina" que vespertina. Cuando estamos de vacaciones o de viaje, por las mañanas muy tempranito, me encanta despertar a Mr. Owl, para que apure una ducha rápida, desayunemos y salgamos a aprovechar la mañana.

Me encanta ver el amanecer desde la cama. Jamás bajo las persianas y si abro un ojo, muy temprano y veo los primero rayos de luz, me acurruco y sueño. Sueño despierta, ya que lo primero que me viene a la cabeza es un buen desayuno. Y tras él, todo un día para hacer cosas.

Pues bien, ahora ya amanece pronto. Y ya se ven los árboles floreciendo. Los manzanos están preciosos, y los ciruelos, incluso los prunos, sin flor pero ya adquiriendo ese tono grana que tanto me gusta. Y lo mejor de todo. He descubierto que en un trocito de tierra que tengo, ya han florecido las calas. Mis calas. ¡ Tengo calas ! Hace una semana cuando las descubrí, me quedé paralizada. No sabía que tenía calas. Una de mis flores preferidas. Grandes. Blancas. Tiesas. Preciosas. Puras.


Me parecen magestuosas, a la vez que fáciles. Mi bisabuela  Manuela (entre nosotros "abuelamanuela" asi todo junto) las llamaba cartuchos. Claro, son como esos capirotes que nos hacía y nos llenaba de galletas de almendras hechas por ella. Riquísimas.         
-Pensamiento : tendría que recuperar esa receta-.



Aunque como la mayoría de las flores, las hay de colores variados, pero son la blancas las que más me gustan. La verdad es que eso me pasa con la mayoría de la flores. Encuentro una combinación perfecta en el blanco y el verde. Inmejorable. Naturaleza sabia. Me han dicho que son muy fáciles tener. Se conservan ellas solas. Se adaptan a la mayoría de los climas. Buscan sobrevivir con la mínima humedad. Son listas. Otra vez naturaleza sabia.


Calas en el jardín: como su otro nombre indica, Lirios de agua, son plantas que se adaptan muy bien a zonas húmedas. En invierno, soportan bajas temperaturas, y en verano requieren un poco de riego, sobre todo los días de más calor, pero sin necesitar excesivos cuidados. La zona ideal del jardín será un lugar de semisombra, ya que lo que menos les conviene es el sol fuerte y directo. Pero lo mejor de todo es que son fáciles, vistosas y muy agradecidas. Es precioso ver un matorral plagado de hojas grandes, verdes y carnosas, salpicado de regias e impolutas calas blancas.

Calas en el jarrón: En este caso mi lema es menos es más. Un jarrón de cristal transparente con un par de hojas y un par de calas, suficiente. Llenarán de luz y calidez el ambiente en el que se coloquen.


Por cierto, me ha sorprendido ver que es una de las flores más retratadas en pintura. Y de todos los cuadros que he visto, me ha encantado el de Diego Rivera, mujer abrazando un grandísimo ramo de calas. Precioso. ¿será la espalda de Frida Kahlo? Quien sabe.



Miss Owl

2 comentarios:

  1. Si te lo cuento no te lo crees....tengo el cuadro ese de Diego Rivera en mi casa (bueno una lámina copiada, claro)y en mi gran jardín tengo calas, que eran una de las flores favoritas de mi madre, la pena esq las mías son rosadas y no sé por qué, a mi tb me gustan más blancas, pero creo q se debe al tipo de tierra en el que están plantadas, asiq me tendré que aguantar.
    Besos!!

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  2. Ay madre! Dina! vamos a tener que hablar largo y tendido! Cada vez tenemos más cosas en común! Es la monda!
    Respecto a lo de las calas rosadas, también creo que puede ser de la tierra, o como le ocurre a las hortensias que si tienes algo de hierro cerca, les cambia el color...
    Besos y gracias por todos tus comentarios!

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