Bueno, bueno, bueno!!! Esta no me la conocía yo!!!!!! pero Lisa!!!! Si ya me caía rebien tu madre ahora es que está casi a la altura de un ídolo!
¡NO, POR AHÍ NO PASO, EN ESTA CASA NO COME EL FARY!
Hace unos cuantos días chateaba con una amiga y seguidora de este santo blog, sobre unos discos antiguos, en formato cassette, que tenía ella en algún cajón de su casa. Le ofrecí uno del estilo, en cuanto al autor y tipo de música, aunque en formato CD, que está en casa de mis padres. Es el disco de la discordia.
Hace ya tres o cuatro estrenos de Torrente -ese detective casposo que interpreta Santiago Segura- es decir, la primera de las películas de la saga, tenía como banda sonora la canción de El Fary "Apatrullando la ciudad". Pues ese pequeño hombrecillo que usaba botines de tacón hizo una especie de gira de presentación del disco de la película, teniendo como escenario a El Corte Inglés. Así se recorrió la mayoría de los cortes de España, haciendo "bolos" (como diríamos ahora).
Una mañana cualquiera llegó al Corte Inglés de aquí, y eran más o menos las once y media de la mañana y por el stand en el que estaba El Fary, preparado para firmar su disco, no había ni un alma. Aquello era un horror. O había sido una pésima organización por parte del centro comercial, o aquel hombrecillo tenía poco tirón. Así que el Director, amigo de mi madre desde niños -ella siempre dice que jugaban al futbol juntos- la llamó por teléfono y le pidió que bajara (viven muy cerquita), que trajera a alguna amiga para amenizar aquel lugar vacío. Mi madre, que se apunta a una ronda de aspirinas, antes de colgar el teléfono ya tenía el bolso colgado y los labios pintados. Me cogió del brazo y me dijo que la acompañara. No me dió más explicaciones.
Llegamos allí, y vemos a un montón de gente de traje (por supuesto vendedores del Corte Inglés) rodeando a alguien que de lejos no reconocí.
- ¿ a donde vamos mamá?
- ven ven... corre, corre,
-¿quién es ese?
- Mira Lisa, ¡es el Fary! Lo dijo en un tono que más bien parecía decir algo así como Mira Lisa, George Clooney quiere cenar contigo! Por supuesto frené en seco, y ella me tiró del brazo, casi arrastándome hasta llegar a él.
- Te voy a presentar a una gran amiga y gran admiradora tuya, le dijo el Director al Fary. Esta es Beth. Mi madre le planta un par de besos, uno en cada mejilla y ahí empezaron a hablar animadamente de la cosas más variopintas que os podeis imaginar.
Yo a unos metros más atrás, en una imaginaria segunda fila, porque no había ni primera, ojiplática no podía creer lo que estaba viendo. Creo que fue desde ese momento cuando dejé de pestañear, y se me quedaron los grandes ojos que tengo ahora. Mis oídos recogían palabras sueltas como "Carril" (es el pueblo de mi madre), "almejas" (famosisísimas en el mundo entero las de allí), y "comida"... así que sumé y comprendí que lo estaba invitando a comer a casa. Mi madre pretendía hacer unas almejas a la marinera para que El Fary viniera a comer a casa. No me lo podía creer. Yo sudaba y tenía frío al mismo tiempo.
Que rato más malo pasé, hasta que por fin oí una frase que tenía cierta cordura:
- Ay Beth, que pena, pero como en Santiago, con el director del centro de allí.
Uf! menos mal que alguien tiene un poco de cabeza. Terminó aquello. Nos despedimos y volvimos a casa. Mi madre no paraba de decir cosas como:
- Bueno, pero que riquiño es. Es un encanto. Que simpático. Que ojitos tan pequeños tiene. Muy cariñoso.... Y mira, me regaló su disco con una dedicatoria.
Cuando llegamos a casa, mientras hacía la comida, sonaba de fondo aquel "Apatrullando la ciudad, apatrullando la ciudad"... Al llegar mi padre, ella le contó emocionada la mañana que había tenido, y cuando le decía que casi viene a comer a casa unas almejas a la marinera, mi padre muy serio le dice:
- Ah NO! por ahí si que no paso. A esta casa no viene El Fary a comer! Lo que me faltaba! Ese torito a otro toril!
En esa ocasión me posicioné del lado de mi padre. Solo imaginarme la comida y la sobremesa se me ponen las plumas de punta.
Miss Owl
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