Mini Candy Bar

domingo, 2 de enero de 2011

TERRONES NOCTURNOS

Miss Owl sigue hablándonos de su familia. Esta vez le toca el turno a su madre, y yo que la conozco, os digo que estal y como nos lo cuenta.


DE TAL PALO… TAL PASTILLA.

 
Ojeando los trabajos realizados por Rebeca Terrón, en concreto una cocina preciosa en un piso en el centro de Vigo, me ha venido a la cabeza una situación vivida hace años con mi madre.

 


Primero tengo que advertiros que madre e hija somos iguales. Bueno en puridad, yo soy igual a ella. No tanto físicamente, que también, sino en el carácter gamberro y alegre, sobre todo.Resulta que nos encontrábamos las dos buscando baldosas para una reforme completa de la cocina del piso de mis padres, y no dábamos con algo que nos gustase. Recorrimos todas las tiendas de la ciudad, de las afueras y casi nos tenemos que cambiar de provincia, para probar suerte.

En cada una de las tiendas, dábamos vueltas y vueltas, de arriba abajo, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha y el resultado siempre era alguno de estos: que si esta brilla mucho, que si estas parecen de bar, que si estas hay que limpiarlas muy a menudo, uyuyuyuy que feas son estas...,  jajaja estas parecen de la casa de Adelina (término muy utilizado en mi familia para denominar algo con apariencia aldeana y de mal gusto), jajaja estas ni de broma, si elegimos estas tu padre nos mata... así entre risas por la desesperación... y casi sin ánimo de encontrar nada...estuvimos una tarde entera mareando a la pobre chiquilla de la última tienda en la que entramos.

En algún momento, presas de la conciencia y de la vergüenza, son sentimos obligadas a escuchar sus opiniones y sus pareceres sobre lo que era tendencia, lo más novedoso en el mercado, siempre dentro del marco clásico que imponía la edad de los dueños de la casa. Llegados a este punto tengo que comentar, que teníamos muy claro lo que mi madre quería, desde el alicatado hasta las manillas de las puertas,  pero no lo encontrábamos.
Entonces, cuando nos hubo sentado en su mesa, rodeada de dos millones de catálogos y con papel y lápiz en mano, muy seria, y con infinita paciencia nos dice: - "¿Os gustan las grecas?"

Ante semejante pregunta, mi madre y yo nos miramos, alzamos las palmas como si fuéramos eufóricos familiares de Farruquito, en la decimocuarta hora de la boda del bailaor, y , sin previo aviso, cantamos a la limón: !Te estoy amando locamenti...!
 
Comprendo la cara de haba que se le quedó a la chica, creo recordar, incluso, le quería asomar una pequeña lágrima, creo que se creía que nos habíamos escapado de algún hospital, dudaba entre si éramos peligrosas o simplemente payasas... Ja!, cada vez que lo recuerdo, me río más y más....

 
Por eso, de tal palo, tal pastilla; puede ser la pastilla que nos falta a nosotras o la que se tuvo que tomar ella.

El final de la historia es que al final encontramos baldosas y todo lo que nos hizo falta -salvo las grecas- que solo nos gustan para bailar.


Miss Owl

3 comentarios:

  1. Qué buena historieta!!No me imagino la cara de la dependienta, debió de pensar q era una c´´amara oculta o algo así.
    Un saludo

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  2. Ja ja ¡Es que me parto con tus historias! Lo malo es que crean adicción. Feliz año Miss Owl y que tengas un 2011, al menos igual de inspirada. Un beso.

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  3. Muchas gracias Patri, por tus palabras y tus ánimos. Yo espero también, que la "dueña y señora" me deje seguir campando a mis anchas en este blog para contar las historietas de mi día a día, que aun tengo muchas...
    Un beso también para ti!

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