Mini Candy Bar

domingo, 6 de febrero de 2011

TERRONES NOCTURNOS

Ay Mi querida Miss Owl, como te entiendo! Yo también fuí a clases de flauta y aún recuerdo con horror aquel coñazo del solfeo, que lo único que me hacía gracia era mover el brazo como en mis clasesde ballet. Eso y que me llevaba mi hermano Roberto en bici...bueno, al menos él le sacó provecho a las clases de música y hoy es un músico excelente!

SI PAPÁ, !LO PROMETO, LO PROMETO, LO PROMETO!

No se por qué me he acordado esta mañana de la época en que decidí concienzudamente que quería aprender a tocar la guitarra. Debía tener unos 11 años y convencí a mis padres para que me apuntaran a las clases extraescolares de esta disciplina, que se impartían 2 días a la semana en el colegio.

Tanto insistí que logré convencerles, y lo que es más importante, logré que me compraran una guitarra española. Era preciosa. Color caramelo, brillante y con todas sus cuerdas. Como si fuera ahora mismo, revivo el día que fuímos a comprarla, a una tienda de instrumentos musicales que había hace muchos años en la calle del Progreso. Elegí la que más me gustaba, y me la metieron en una funda de cuadritos escoceses, que casi casi hacía juego con la falda del uniforme.

El primer día de clase iba a ser excitante. Iba a aprender a tocar la guitarra! Mi guitarra! Recuerdo que iba por la calle toda orgullosa con ella. Parecía que llevaba una nueva amiga, la mostraba con orgullo y pensaba que la gente se creería que ya era una experta en la materia. Me sentía feliz con ella.




Nos dirigimos, (mi guitarra y yo) al aula en la que se impartía la clase. Entramos. Me presento al profesor y tomo asiento. Me explica lo básico y por fin me pide que desenfunde. Allá voy.


- Lo primero tienes que aprender a cogerla. Mira, con los dedos de la mano izquierda tienes que sujetar y hacer fuerza en cada una de las cuerdas. Has de aplastarlas contra el mástil. Con la derecha, rasgas las cuerdas, con el debido ritmo.


Y un jamón. Esa explicación fue una mierda. En la primera clase, no se le puede pedir a nadie que de repente sepa hacer cosas diferentes con las dos manos, al mismo tiempo, llevando un ritmo y hacer que suene a música. Así que me llevé tarea a casa. Estuve toda la semana practicando la nota “LA”, que ahora me sale muy bien. (Me pasó lo mismo con las raíces cuadradas, después de un verano a razón de 10 al día, soy una experta -tomo nota para un terrón matemáticamente aterrrador-)


La segunda clase, fue un poco mejor. Ya era capaz de independizar mis manos, y aprendí una canción muy simple, y hasta llegué a ser capaz de tocar y cantar a la vez. Eso fue todo un triunfo, eran , en realidad, tres cosas a la vez: dos manos y la voz.



“¡Palmero sube a la palma

Y dile a la palmerita…

Que su amor la solicita…

Que su amor la solicita….

En la décima clase otra canción:
Clavelitos

Clavelitos

clavelitos de mi corazón, pom pom pom…




Y así un montón de clases más. Menudo coñazo de guitarra, de profesor y de canciones del año de la patata que aprendí. Que si Cantinero de Cuba, Cuba, Cuba…, que si Ondiñas veñen, ondiñas veñen, Ondiñas veñen e van…


Total, que poco tiempo después dejé de ir, cuando me dí cuenta que el profesor y yo teníamos diferentes gustos musicales. Y eso hizo que me dejase de estimular. Pero tenía un problema. Había prometido que a cambio de comprarme la guitarra, debería cumplir con mi promesa de ir el año entero. Puff!, que largo iba a ser aquello. Así que dos días en semana salía de casa con aquel coñazo de instrumento y lo escondía en el cuarto de la limpieza del edificio, hasta la hora de regreso, que antes de subir pasaba por ahí y lo recogía, y subía a casa con cara de haber estado ensayando toda la tarde.


Así hasta el día que, la tenía tan fuera de mi cabeza ya, que me olvidé de ella. Estaba tan fuera de mi vida, que ni me acordé de recogerla un tiempo, hasta que en el momento que fui a buscarla ya no estaba. Ay Dios mío, que ha desaparecido!. Había perdido la guitarra! ¿Y cómo lo explico? ¿Cómo se puede perder una cosa tan grande? ¿Pero no vas y vienes directamente al colegio, sin hacer paradas en medio? Uf, no sé, es mucha pregunta y la verdad hace tanto tiempo de ello que no recuerdo las explicaciones que dí, pero seguro que las dí.

Ahora sé que tenía que haberme conformado con una de estas, pero a veces las lecciones las aprendes un poco tarde.



Miss Owl











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